Hoy debe ser un día especial de
reflexión, armonía, unidad, convivencia, prudencia, y sobre todo de un reencuentro
con nuestro amado Jesús. Debemos conmemorar: fiestar, compartir, tomar, bailar,
visitar a la familia y amigos. Adornar la casa, comprarnos ropas nuevas y
degustar buenos cocidos, pero sin exceso. Nada en demasía.
Sé que todo ha cambiado. Que
las cosas no son iguales, y que no son inmutables. Que evolucionamos.
Que hoy no es lo mismo que
ayer. Creo, que comprendemos todo esto. Pero, por favor, en estas navidades,
independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer, no nos olvidemos de la
generosidad y del amor infinito que tuvo Jesús para con nosotros.
En estos días festivos la dicha
y la prosperidad toquen a cada rincón del planeta, extirpando en ellos el odio,
el rencor, y la violencia, para que vivamos en un mundo mejor. Diría más justo y equilibrado.
¡FELIZ NAVIDAD!
No hay comentarios:
Publicar un comentario