Trabajadores se encuentran nerviosos y más de uno se sacude del escándalo
Los trabajadores
de la Unidad Ejecutora Lima Sur, por estos días, no están anímicamente de lo
mejor, puesto que el presidente regional Javier Alvarado, les dio un “jalón de
orejas” dando ultimátum para que respondan sobre la reciente desaparición de
diez laptos, cuyo destino era el CEBRE de Imperial.
Fuentes bien
informadas, señalaron que en la víspera, el presidente regional, vía celular y
por alta voz, dijo sentirse defraudado por la irresponsabilidad de los
trabajadores por no cuidar los bienes de la región.
Advirtió que de no
reportar los equipos informáticos, en el plazo establecido, muy a su pesar,
subrogará de sus servicios a todos, mensaje que puso en situación crítica a los
servidores de la región.
A pesar que la
desaparición se registró hace más de dos semanas, nadie ha presentado una
denuncia ante la fiscalía, menos esta ha hecho su intervención de oficio.
El tema nuevamente
se puso en debate ayer en el programa “Democracia en Radio” (Radio A-1) y
salieron algunas pistas, responsabilizando a la encargada de almacén y su
secretaria de nombre Elcy quienes manejaban las llaves.
El nerviosismo
reyna en la dependencia del GORELI. Más de un trabajador, se lava las manos.
Otros fácilmente, expresan que “quién nada debe, nada teme”
Pero, todos saben
que la responsabilidad funcional, recae directamente al gerente Genaro de Paz,
arrastrando a la encargada de almacén de apellido Lanapuco y otros, por no
brindar la seguridad debida a los equipos.
Extraño aún es el
comportamiento de la consejera Liliana Torres, quien no ha dicho nada sobre
este tema, aunque muchos de la Unidad Ejecutora Lima Sur, señalan que es la que
más goza, puesto que Genaro de Paz, no es santo de su devoción, y hace un buen
tiempo que le puso la cruz para su desaforo.
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