Crónica de una exclusión a militante contestataria en base apepista
En días recientes un grupo de dirigentes de distintas
provincias de la región programaron una conferencia de prensa donde dieron a
conocer su malestar por manejos anti democráticos al interior de Alianza Para
el Progreso, una semana después lo haría la ex candidata a regidora, Blanca
Vicente Parada; empero valgan verdades, estos manejos verticales al interior de
las agrupaciones políticas son recurrentes y la tan voceada democracia interna
sólo es un manojo de papeles sin ninguna sustancia que pueda hacerla
realizable.
En las siguientes líneas repasaremos el caso de Blanca
como víctima de uno de los casos paradigmáticos de esta ausencia total de
democracia al interior de las agrupaciones políticas o dicho de otra manera: el
manejo político de los detentadores del poder dentro de las agrupaciones
políticas o lo que en otras épocas se llamó “el cacicazgo”.
Eran los primeros meses del 2010 y una aún novel
Blanca, a la sazón dirigente de un mercado de la ciudad y que lideró el frente
de los comerciantes, un año atrás en las marchas por la creación de la
universidad de Cañete.
De pronto se le
empezó a vocear como una de las posibles candidatas a regidores en las nuevas
elecciones municipales que se avecinaban y al ser requerida, le tocaría conocer
la tienda política de PADÍN cuya encargatura provincial recaía en un antiguo
militante aprista.
Después de todo, Blanca se hizo conocida además por
haber planteado un proceso de prescripción adquisitiva a la ex Cooperativa
Agraria Tercer Mundo por el tema del terreno del Mercadillo, empero las
pretensiones pecuniarias de un alto dirigente de la agrupación de Miguel Ángel Mufarech
hizo imposible que Blanca postule, entonces el requerimiento del
dirigente-candidato le pareció excesivo.
Decepcionada de PADIN, anclaría en las filas de otro
partido: APP de un recién voceado César Acuña que sería la primera casa
donde se hace posible las pretensiones de participar en la vida política de Cañete.
Blanca postuló a primera regidora de la lista del Dr.
Alejandro Remuzgo. No alcanzó cupo dentro del concejo provincial, pero le serviría
de experiencia.
En la siguiente campaña y cuando se creía que sería
una de las principales dirigentes por su pasada experiencia política, de pronto
la agrupación APP propició la llegada de nuevos elementos que se sumarían.
Todos avalados por la dirigencia nacional ingresarían
a las tretas propias de los malos políticos para sacar a los antiguos cuadros
de la provincia de Cañete para permitir la llegada de ellos mismos a los
cuadros dirigenciales en desmedro de los anteriores.
No conformes con ello, consiguieron su salida del
partido. Veamos un detalle cronológico de lo que sucedió en el caso “Blanca”:
El 29 de mayo de 2013, Blanca recibe la
invitación de APP para una reunión de coordinación. Y el 18 de julio otra para
la “elección del comité provincial”.
En esta sesión
recogida en el video y a raíz que Marcial Palomino ´presenta a Segundo Díaz
como candidato (pre candidato) provincial, reacciona Blanca por el manejo
inconsulto de Marcial Palomino (que también se auto-proclamó candidato regional
sin respetar la elección alguna) y en estricta coherencia con su postura,
termina renunciando al partido, empero jamás lo oficializo.
Por cuanto la renuncia sólo se produce por “documento
escrito”, pero cuando reclama que los canales normales oficialicen su renuncia
se da con la sorpresa en que las páginas del JNE consta que con fecha 14
de marzo había sido desaforada de APP.
Luego siguen una serie de pedidos de aclarar la
confusa situación a Remuzgo, al personero nacional David Tosco, al Secretario
Nacional, Luis Ibérico.
Recién con
fecha 23 de noviembre de 2013 contesta el personero legal informando “que su
ficha de afiliación ha sido retirada del padrón de afiliados porque carece de
la firma de la autoridad política que recepcionó ”.
Un argumento por demás pueril. Es más, Blanca estuvo
afiliada y su afiliación consta en la base de datos del JNE y si fuera cierto
lo que aduce la dirigencia de APP, ésta ya fue convalidada por la inscripción
cierta y real de Blanca con número de registro 1257 y refleja a las claras que lo
que buscó la dirigencia de APP es evitar una voz contestataria que ponía en
discusión la supuesta democracia dentro de APP.
Hoy queda
meridianamente claro: aquí se ejerce una autoridad completamente vertical y la
voz de las bases sólo se escucha si conviene a los intereses particulares de
los dirigentes que tienen propiedad exclusiva sobre el partido, llámense estos Acuñas, Palominos o Díaz.
Aquí lo extraño además de las fechas y la consiguiente
convalidación es que Blanca jamás dirigió documento escrito dirigido al
presidente del partido oficializando su renuncia, pero tampoco se conoce de un
proceso de separación, ambos supuestos contemplados en las bases partidarias de
APP; por lo tanto no se puede sino deducir
que aquí se fraguaron documentos posiblemente con
firmas falsas de la supuesta militante renunciante.
Muchos partidos de la Región Lima y también a nivel
nacional son organizaciones oligárquicas, donde se adoptan decisiones de manera
excluyente, sin tener en cuenta las opiniones de los militantes y donde éstos
sólo son consultados para legitimar políticas y resoluciones ya tomadas en
círculos pequeños.
En estos partidos, las élites controlan de manera
férrea el poder, no facilitan la participación de todos los grupos en las
definiciones programáticas o en la elección de los candidatos y las bases - militantes
carecen de mecanismos para premiar o castigar a sus líderes si estos no cumplen
con sus promesas electorales, sus programas de gobierno o sus compromisos
internos.
Esos partidos se caracterizan por tener bajos niveles
de democracia interna y paradójicamente pregonan a fuerza de repetir
incansablemente su vocación democrática. ¿Qué hacer?.
Fuente www.asiaelsur.com/ limasurnoticias
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