Un fiesta sin ton ni son en su aniversario
Escribe Wilfredo Cayllahua León.
Cañete apaga hoy sus 460 velitas de
fundación. Fue el Rey Carlos V de España, quien por orden expresa, crea un 30
de Agosto de 1556 la «Villa de Santa María» de Cañete.
Si bien es cierto que la fiesta pasa desapercibida, insípida, falto de
organización y carente de criterio, sin embargo, esto no es óbice para
rememorar el nacimiento de Cañete.
Debemos marcar la diferencia, de lo que es una «fundación española» y una «creación política», hechos históricos distintos que se dieron en esta parte del país.
Debemos marcar la diferencia, de lo que es una «fundación española» y una «creación política», hechos históricos distintos que se dieron en esta parte del país.
Pero, este nuevo aniversario debe
servir de reflexión en nuestras futuras autoridades para no cometer los gruesos
errores que se observan en esta gestión de Alex Bazán al designar a un
regidor joven e inexperto como Giampier Custodio para conducir la fiesta.
Si no conocemos el aspecto histórico de
nuestra provincia, difícilmente podremos tener una identidad para hacer frente
al resto de los pueblos que nos apuntalan.
Menos alcanzaremos el desarrollo y
progreso de nuestra ubérrima tierra si no apostamos por la educación, la
cultura y brindar la oportunidad a los jóvenes profesionales.
Es tiempo de abrir paso para sentar
base, dejando de lado los protagonismos baratos y las poses para el “feisbuck”
que abundan por estos días.
Tenemos todas las condiciones para
asumir el liderazgo, no sólo en la región sino en el Perú, puesto que es un
“valle bendito”, tal como le bautizara el hoy santo San Josemaría Escriba de
Balaguer en su visita y trayendo en sus brazos la "Virgen Madre del Amor Hermoso":
Escribir de Cañete, es conocer
que el Fraile franciscano Juan de Aguilera fue quien dio la bendición en
«Coaldas» para edificar la «Villa de Santa María» de Cañete.
Es recordar a grandes personajes como
Hipólito Unanue, Juan de Arona, Enrique Verástegui, Antonio Ruiz Tovar, Luis
Quispe Cama… etc. genios que contribuyeron al mundo literario.
Es saber que somos sinónimo de Carlos
«Caitro» Soto, Ronaldo Campos, Jhony Al, Álvaro Morales, Susana Baca, Martha
Panchano y muchos más que pasearon su canto y el afro por el mundo.
Decir que «soy de Cañete», es abrir el
pecho y al mundo gritar: «Tierra de ´Lolo´ Fernández, Héctor Chumpitaz, Rafael
Asca, ´Walter Ormeño´, Herminio ´Chayja´ Campos, Camilo Bravo…
hombres que dieron lauros al balompié inca.
Ser cañetano es defender su riqueza
marina, sus paradisíacas playas, su «frontera viva», sus
maravillosos ríos, sus monumentos históricos y restos arqueológicos.
Es desenterrar el «Jaqaru» para conocer
el presente, preservar su flora y fauna para asegurar nuestro futuro, conservar
nuestro medio ambiente rechazando las dádivas que "ofertan" las
transnacionales.
Vivir en Cañete, es saber que
«Chuquimanco» no tuvo miedo al «revolvedor del mundo» Inca Pachacútec para
defender el valle del «guarco», postergando su conquista por cuatro años.
Ser cañetano, es conocer los
encarnizados enfrentamientos entre chinos y afros provocados por los hacendados
a cambio de la «mano de obra barata».
Es saber, cómo los «montoneros»
cañetanos sin contar con municiones, volvían dementes a los soldados del
poderoso ejército invasor chileno que a gritos pedían a su gobierno que «cesen
la guerra».
Esto, es sólo un rasguño de Cañete, Nos
faltarían hojas para seguir escribiendo. Pero, es un compromiso para continuar
en la brega incendiando la pradera del conocimiento y encontrar «nuestra
identidad».
¡Feliz 460 aniversario, Cañete!...
valle dorado de la costa peruana. Si tu desarrollo es postergado por culpa de
los gobernantes de turno, esto no es motivo para dar un brindis con un
buen pisco en tu natalicio. ¡Salud... Cañete, en tus 460 años de fundación!.
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