domingo, 3 de agosto de 2014

¡MI QUERIDO YAUYOS..!... "CUNA LIBERTARIA DEL PERÚ" EN SU 193º ANIVERSARIO DE CREACIÓN POLÍTICA.

Fue creada por Don José de San Martín, un 04 de Agosto de 1821 
Yauyos, es uno de los pueblos que se fajó por la independencia del Perù. El
propio libertador don José de San Martìn, la reconoció, contrario a sus
autoridades que hoy en día le dan la espalda.
Por cuestiones laborales, nuevamente visito Yauyos querido, ciudad milenaria que cuenta con geografía accidentada que yace encumbrada formando parte de las provincias de Lima, sin duda, unos de los rincones más impresionantes y pintorescos de la serranía limeña y de nuestro país. Regresar a esta prodigiosa tierra es simplemente volver a disfrutar de sus hermosos paisajes, de la tierra de los Ayllus, Cuna Libertaria del Perú, tierra de la cordialidad y calidad acogedora de su gente campechana, el de apreciar diariamente la majestuosidad y el espectacular despliegue del siempre incansable y cristalino río que se desplaza incesantemente a lo largo de sus innumerables e infinitos cerros formando inigualables paisajes paradisíacos como es el caso de la Reserva Paisajista Nor Yauyos Cochas de valor inapreciable en fauna y vegetación, indicando que cada distrito de los treinta tres (33) que forman parte de Yauyos, tienen sus propias costumbres vestimenta, fiestas patronales, bailes típicos, preparación de comidas ancestrales, el cual hace de esta peculiar provincia todo un potencial turístico que hasta la fecha no se ha explotado adecuadamente.
Cada distrito es distante al otro colindante, cada pueblo se ha venido edificando en forma armoniosa respetando el paisaje, su medio ambiente, la naturaleza viva encumbrada por sus viviendas y construcciones pintorescas de dos pisos, hechas con base de piedras, adobes Kingkones de barro con paja silvestre, enormes troncos de eucaliptos y maderas, con una superficie en los techos encalaminados para paliar en el tiempo y defenderse de las fuertes lluvias propias de la zona que la azotan en los meses de Diciembre a Febrero.
Todo ello construido por las manos obreras y firmes de los6 pobladores yauyinos en jornadas comunales como se hacían en tiempos ancestrales, los mismos que dan ese toque mágico de ciudad apacible y acogedora.
Sinceramente confieso que aquí pasaría el resto de mis días, en una ciudad en donde sólo se respira el aíre limpio y con la fragancia perpetua de las flores silvestres de campo.
Aquí diariamente se puede apreciar el trabajo tesonero, la labor diaria y ancestral que realizan los campesinos quienes se desplazan desde el amanecer hacia sus potreros particulares y comunales distantes de la ciudad, el mismo que día a día con sus manos e inteligencia vencen paso a paso la naturaleza para convertirla en un paisaje de inagotables sembríos en donde los campos verdosos y amarillos se encuentran plantados con sembríos de pan llevar en donde se cultivan todo el año en agricultura de pequeña escala e infinitos alfalfares distribuidos a lo largo del camino. Ahí se alimentan sus animales vacunos, bovinos, caprinos y porcinos con forraje natural y el sabor de sus carnes forman parte de los potajes de antología que se preparan en sus fiestas patronales y cívicas para complacer y que generan inolvidables recuerdos a los visitantes de esta ciudad ancestral que la visitan. Durante el desplazamiento por carretera se pueden apreciar las filas de montañas y cerros verdes que nos dan la bienvenida, allí yacen en porciones pequeñas de tierra construidas y limitadas por las pirkas de piedras en sus alrededores, en ella se puede apreciar al campesino trabajando surco a surco la tierra de sus ancestros con la Chaquitaclla, herramienta de trabajo heredado de nuestro pasado Incanato, con ella y a veces con bueyes y caballos construyen día a día su paisaje único y genuino al ingreso del pueblo y que a lo lejos se puede divisar arboledas impresionantes de eucaliptos, molles y quiniguales a su alrededor, cuyos sembríos y el trabajo del campesino de pan llevar sirven para alimentar a sus hombres y mujeres, los productos que prodigiosamente cultivan con amor y esperanza de un mañana mejor.
En Yauyos y sus distritos, los pies del hombre campesino descansan con los pies de los cóndores.
 Confieso que aquí pasaría el resto de mi vida, aquí pasaría mil años de aire, miles de semanas de aire puro, entre porciones de ciento azulados como arrecife de la aurora entre encumbradas cordilleras férreas.
El autor de la nota, degustando la tradicional y exquisita
gastronomía de Yauyos. ¡Provecho!
Aquí las lluvias simplemente son suaves huracanes que a través de su paso copulan en los recintos solitarios de las piedras pálidas y únicas que en conjunto forman montañas pardas y pálidas, que mueren día a día con el trabajo tesonero, digno y ancestral que despliegan surco a surco el guerrero campesino y hacen de Yauyos un paraíso en donde se impregnan el perfume autóctono de las incomparables de flores amarillas de las retamas y de las rosas silvestres rojo carmesí que adornan este hermoso e indescriptible paraje del ayer.
En diferentes etapas de mi vida he tenido oportunidad de trabajar, de joven desde el año 1989 cuando era un bisoño e intrépido estudiante de Derecho, cuando había estado de Emergencia a cargo de las FF.AA. con medidas de toque de queda por la existencia de rezagos de terrorismo en la zona, posteriormente como operador electoral desde el 2001 en la capital de la provincia y los distritos de Quinches ,Huañec. Cochas,San Joaquín, Allauca, Huámpara, Catahuasi, Tupe, Azángaro, Viñac, entre otros.
Cada vez que me desplazo lo hago con mucho respeto y honor, con la convicción de que siempre es un hasta luego, un breve retornar para abrazar a esa gente humilde, amiga y campechana, para volver a cantar y descansar sobre el verdor de tu valle, sobre tus vistosas y amarillentas retamas que cubren en armonía sus campos con el polen de piedra que se sumerge con el tiempo, desde allí apreciar nuevamente las siluetas y sombras de los cóndores que cruzan como naves negras tus campos y colinas buscando apoderarse de alguna alma llanera, quizá moribunda por el desamor de una mujer yauyina.
Cada vez que retorno a la ciudad de San Vicente de Cañete de donde soy oriundo y provengo, añoro algún día volverte a ver Yauyos querido, abrazar en forma sincera y elocuente con su gente amiga, rendirle homenaje al señorío de la mujer yauyina, que día a día pasea su garbo y simpatía, para volver a disfrutar tu lindo e inigualable paisaje, a disfrutar de tu historia milenaria y poder cantar al unísono con un gente, previo chamisito de hierbitas que curan el dolor del alma, tus conocidas canciones folklóricas que se cantan en todo el Perú, musical celestial y penetrante de sus cantantes que acompañados con el arpa, vestimenta de gala y sus bailes típicos, de sus insuperables potajes ,de sus dulces a base de calabaza, único en el país y de fiestas costumbristas inigualables en el Perú.
Por ello y mil razones valederas, espero que mi estadía y el compromiso asumido se puedan desarrollar las actividades planificadas por nuestra institución electoral JEE-Yauyos, por ello en esta calurosa mañana de domingo –Día significativo en la cual se celebra el día del padre a nivel nacional -con frente a la Plaza Constitución sobresale la presencia de Shashaco - imponente cerro de piedra, guardián de la naturaleza yauyina que hoy yace imponente, verde y florido como protector al pueblo milenario y libertador de Yauyos, con una sonrisa sincera y espontánea, lleno de esperanza y la firme promesa de cumplir con la responsabilidad del trabajo encomendado e ingresar a formar parte de tu historia milenaria, hoy solamente me queda decir este 04 de Agosto. ¡Feliz día YAUYOS…EN TU DÍA !. (José Ruiz Meza)

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