Tiempos de acercamiento, convivencia, esperanza, amor y caridad
Cada día, recibimos de la vida, el regalo de la existencia, la oportunidad de gozar de la naturaleza, compartir con las personas que se quieren y vivir, vivir con la firmeza de que hoy será mejor que ayer.
Cada día es una oportunidad para disfrutar los regalos de la naturaleza: sentir la brisa en el rostro, admirar el horizonte, ver pájaros y gaviotas volando por el cielo, sentir la intensidad de los rayos del sol, velar la belleza de la luna y las estrellas; verdaderamente, es un privilegio ser parte de este planeta.
Sin embargo, habiendo tantas bondades en la tierra, algunas personas prefieren transformar la belleza de las cosas, romper la armonía en la familia, destruir con palabras sentimientos, rechazar al prójimo y negarse a compartir una sonrisa.
Casi siempre en diciembre, afloran emociones de distintas intensidades en los corazones de la gente, hay quienes celebran con alegría, otros reviven momentos de sufrimiento y quizá haya quien sienta melancolía en su interior.
Si usted, se siente parte de algún grupo, recuerde que son tiempos de acercamiento, convivencia, esperanza, amor y caridad; las fiestas decembrinas, representan tiempos de esperanza, también se convierten en ocasión para dejar un poco las preocupaciones cotidianas, reavivar el espíritu de solidaridad, realizar buenas acciones y hacer llegar a nuestros familiares y amistades mejores deseos para que en Navidad resurja el espíritu de servicio y el compromiso para dar a quien lo necesite.
La Navidad, es un motivo para celebrar y compartir momentos de alegría con familiares y amigos, la mejor fiesta se logra conviviendo, no importa que esa noche el banquete sea un platillo sencillo y la sidra no sea importada, lo mejor es que todos, en ese momento expresen con lealtad y sinceridad sus sentimientos y buenos deseos; que la luz de la Navidad fortalezca de fe los corazones.
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