El patriacarca de los bomberos Vicente Campos y el Rp, Félix Cuzcano, posan ppara la posteridad SAN VICENTE.- Las autoridades edilicias, políticas y eclesiásticas de esta ciudad, rindieron hoy un justo merecido reconocimiento, al patriarca de la Compañía de Bomberos Voluntarios de Cañete Nº 49, Vicente Campos Calagua. En una ceremonia sencilla, pero significativa que se concentró en la plaza mayor, la alcaldesa María Montoya Conde, destacó la labor que cumplen los miembros de la Compañía de Bomberos Voluntarios del Perú en Cañete. Tras admirar su valentía y su noble espíritu, la alcaldesa cañetana, dijo que en los bomberos prima el amor al prójimo al arriesgar sus vidas por sus semejantes, en su lucha tenaz con las llamas del fuego. A su turno, el Capitán de la CPB Williams Espinoza Núñez, agradeció el gesto de la autoridad edilicia y de la Gobernación, por la invitación para ser participes en la ceremonia cívica dominical. “Estamos a la espera de las dos unidades que nos tiene pendiente el Gobierno Regional de Lima. Tenemos plena confianza que la actual gestión del señor Javier Alvarado, nos lo entregará, toda vez que siempre nos apoyado”, dijo Espinoza. Pero, el más contento era don Vicente Campos Calagua, quien a pesar que frisa los ochenta primaverales, aún está con las ganas de seguir agarrando la manguera y apagar el fuego. Teniendo como soporte un bastón para movilizarse, las felicitaciones de las autoridades y de sus colegas, no cesaban a su “jefe” por haber dado toda su vida en salvaguarda de la vida y los bienes del prójimo. Don Vicente, muy sonriente, dijo: “sólo estoy con licencia por razones de salud. Una vez que me recupere, vuelvo a mis labores habituales que consiste estar en la administración”. PADRE FÉLIX A HUAROCHIRÍ En la ceremonia de ayer, las autoridades despidieron al Rp Félix Cuzcano Quintin, quien luego de haber laborado por muchos años en la Parroquia de San Vicente Mártir, la Prelatura, dispuso continuar su labor pastoral en Huarochirí. Ante las emotivas palabras de despedida que le hizo, la alcaldesa María Montoya, y una melancolía que embargaba a los asistentes, el ahora ex Párroco, agradeció el gesto y siempre los recordara con sus oraciones.
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