Tercera versión de La Ruta de Lolo, superó las expectativas.
Cañete se vistió de crema. Cientos de hinchas del club
Universitario de Deportes de diferentes puntos del país, se concentraron en la
ex hacienda Hualcará para festejar el 104 natalicio de uno de los ídolos más
grandes del balompié nacional, Teodoro Fernández Meyzan, conocido como “Lolo”.
El tercer encuentro del peregrinaje de La ruta de Lolo,
estuvo lleno de jolgorio, algarabía, vítores y derroches de energías, portando sus instrumentos musicales, luciendo las indumentarias con el rostro de
Lolo y arriando las banderas de colores rojo y crema de la U.
Delegaciones de Lima, Pisco, Ica, Arequipa y
otros lares, tanto en buses contratados como en vehículos particulares, se
concentraban al ingreso de Hualcará para emprender el peregrinaje al terruño
del ídolo merengue.
La “fanaticada crema” es única. Más que una
pasión o sentimiento, exclama una devoción, puesto que consideran a Lolo como
su máxima expresión. Un ser sobre natural. Incluso, algunos le suelen llamar,
sin tapujos: “Diosito Lolo”.
Hualcará, vivió una feria, nunca antes vista. Ni en
sus mejores momentos en la fiesta de su patrona, congregó una multitud que fue
bien aprovechada para exhibir su gastronomía y sus productos de pan llevar;
matizados con artesanía del lugar y la presencia de mercachifleros, generando un
gran movimiento económico.
Por el lugar, también se le observó al ex alcalde de Imperial, Dr. Arturo Chau Quintana y su esposa,
Por el lugar, también se le observó al ex alcalde de Imperial, Dr. Arturo Chau Quintana y su esposa,
Irma Murga. Desde su
camioneta saludaban a los hinchas, recordando que en su gestión se erigió el
primer monumento a Lolo, hace 25 años.
Personalidades como el historiador cajamarquino Melanio
Castillo que publicó su libro Lolo Fernández: “Un artillero en la gloria”. El
colega Víctor Hugo Cárdenas Torres, un aliancista, no guarda su admiración por
Lolo. Algunos, poetas y escritores, espontaneaban prosas a Hualcará. Era parte
del corolario en el cumpleaños 104 del extinto ariete.
La atracción en el presente año, además de los
nuevos repertorios musicales, fue don Gaspar Mena quien cumplió con traer los
chimpunes de Lolo Fernández, exhibiéndose
en el museo rodante levantado a unos pasos donde nació el ex crack.
La Ruta de Lolo, en su versión tres, se desarrolló con toda normalidad. Este año se superó la expectativa. Los errores fueron mínimos en cuanto a la organización. El evento se torna turístico y en breve debemos contar con la buena nueva. ¡No se va… Lolo, no se va!.
Wilfredo Cayllahua.
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