Cientos de fieles y devotos del Señor de la
Ascensión, iniciaron la tradicional peregrinación anual hacia el santuario de
Cachuy, distante a tres mil 500 metros sobre el nivel del mar en el distrito
yauyino de Catahuasi en la región Lima, tras cuarenta días de culminar la
celebración de la Semana Santa.
Los peregrinos provistos de frazadas, linternas, abrigos y alimentos, llegan hacia la ciudad de Imperial para abordar las decenas de vehículos que los esperan para trasladarlos hacia la localidad de Canchán (Catahuasi) en un trayecto de cuatro horas.
Canchán, es el punto de partida del periplo que por estos días se convierte en una verdadera feria, recibiendo y cobijando a miles de peregrinos procedentes de distintos puntos del país y extranjero que llegan con fe y devoción.
La caminata hacia Cachuy demora entre ocho a diez horas y en el trayecto se observan ancianos descalzos, enfermos, desvalidos y jóvenes que a pesar de la adversidad del clima, cumplen la promesa para recibir la bendición del altísimo.
Los testimonios de los devotos de haber recibido la gracia del divino hacedor, son muchas, motivo más que suficiente para que anualmente los peregrinos se incrementen hacia la agreste zona.
La peregrinación al Santuario de Cachuy data de hace más de tres siglos y según la creencia un pastor de nombre Martín Barrios encontró la imagen en medio de sus animales y lo llevó a la localidad de Putinza.
Pero – como dice su himno – de noche la santa imagen volvió al mismo paraje que era su lugar, creyendo que era San Lucas el buen pastor levantó un altar para luego reconocer que era el Señor de la Ascensión.
“Dios se vale de los lugares más humildes para manifestar su gloria y misericordia. Cachuy, no ha sido ajeno, puesto que se ha convertido en una montaña de fe y el encuentro con Dios en su accidentado paraje”, comentan los peregrinos.
Un lugar con apenas decenas de familia, pero con ocasión de la peregrinación, recibe a más de 20 mil personas, tal como se inició la peregrinación el lunes y se prolongará hasta el 15 de mayo.
El máximo representante de la Prelatura Cañete, Yauyos y Huarochirí, Mons. Ricardo García García, no podrá estar presente en la fecha central del día jueves para ofrecer la Misa de Fiesta al Señor de la Ascensión, tal como lo hacía en años atenrioress, puesto que se encuentra en Roma, al lado, del Papa Francisco, pero hizo votos para participar en la peregrinación.
Una ocasión especial para encontrar la alegría y felicidad confraternizando y poniendo en práctica la verdadera conversión de vida recibiendo los sagrados sacramentos, principalmente, el de confesión y la Eucaristía instituidos por nuestro salvador Jesús.
Un momento para la reflexión de nuestras autoridades para que “enderecen” su gestión y honren su palabra ofertada en la feria electoral y oremos juntos para que el Señor de Cachuy, ilumine sus mentes y destierre la corrupción y la violencia que azota a nuestra sociedad.
Wilfredo Cayllahua.
Los peregrinos provistos de frazadas, linternas, abrigos y alimentos, llegan hacia la ciudad de Imperial para abordar las decenas de vehículos que los esperan para trasladarlos hacia la localidad de Canchán (Catahuasi) en un trayecto de cuatro horas.
Canchán, es el punto de partida del periplo que por estos días se convierte en una verdadera feria, recibiendo y cobijando a miles de peregrinos procedentes de distintos puntos del país y extranjero que llegan con fe y devoción.
La caminata hacia Cachuy demora entre ocho a diez horas y en el trayecto se observan ancianos descalzos, enfermos, desvalidos y jóvenes que a pesar de la adversidad del clima, cumplen la promesa para recibir la bendición del altísimo.
Los testimonios de los devotos de haber recibido la gracia del divino hacedor, son muchas, motivo más que suficiente para que anualmente los peregrinos se incrementen hacia la agreste zona.
La peregrinación al Santuario de Cachuy data de hace más de tres siglos y según la creencia un pastor de nombre Martín Barrios encontró la imagen en medio de sus animales y lo llevó a la localidad de Putinza.
Pero – como dice su himno – de noche la santa imagen volvió al mismo paraje que era su lugar, creyendo que era San Lucas el buen pastor levantó un altar para luego reconocer que era el Señor de la Ascensión.
“Dios se vale de los lugares más humildes para manifestar su gloria y misericordia. Cachuy, no ha sido ajeno, puesto que se ha convertido en una montaña de fe y el encuentro con Dios en su accidentado paraje”, comentan los peregrinos.
Un lugar con apenas decenas de familia, pero con ocasión de la peregrinación, recibe a más de 20 mil personas, tal como se inició la peregrinación el lunes y se prolongará hasta el 15 de mayo.
El máximo representante de la Prelatura Cañete, Yauyos y Huarochirí, Mons. Ricardo García García, no podrá estar presente en la fecha central del día jueves para ofrecer la Misa de Fiesta al Señor de la Ascensión, tal como lo hacía en años atenrioress, puesto que se encuentra en Roma, al lado, del Papa Francisco, pero hizo votos para participar en la peregrinación.
Una ocasión especial para encontrar la alegría y felicidad confraternizando y poniendo en práctica la verdadera conversión de vida recibiendo los sagrados sacramentos, principalmente, el de confesión y la Eucaristía instituidos por nuestro salvador Jesús.
Un momento para la reflexión de nuestras autoridades para que “enderecen” su gestión y honren su palabra ofertada en la feria electoral y oremos juntos para que el Señor de Cachuy, ilumine sus mentes y destierre la corrupción y la violencia que azota a nuestra sociedad.
Wilfredo Cayllahua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario