Tributo a uno de sus mentores... Sabinos Cañas Ángulo
Por:
Ricardo Fernández Flores
En Cañete, en el mes de
septiembre, destaca con brillante nitidez la festividad en honor a Santa Efigenia.
Nuestra hermosa santa
morena, actualmente, mora en su novísimo templo ubicado en la ex hacienda La
Quebrada, jurisdicción del distrito de San Luis de Cañete.
Es justo resaltar que
esta creciente festividad se celebra anualmente, gracias a la sabiduría y visión
de don Sabino Cañas Angulo, indiscutible gestor del arte y la cultura negra en Cañete, primigenio
mayordomo de Santa Efigenia; aunque existen otros que se atribuyen este
reconocimiento, habiéndose trepado al hecho histórico.
Don Sabino Cañas Angulo,
nació un 08 de Agosto de 1959, falleció súbitamente en la floración de su
existencia, el 11 de abril del 2002, a la edad de 42 años. Su deceso avivó el culto a Santa Efigenia. Su obra se
agiganta. Sabino, era un cultor completo del arte negro; entre sus habilidades
le entraba al canto, a la declamación de décimas, al zapateo, a la composición
poética y a la ejecución en instrumentos de percusión. Era un líder, humilde,
sencillo, ejemplar y contundente.
Actualmente, la
encargada de la planificación, organización, ejecución y supervisión de la
Festividad de Santa Efigenia, recae en
la Asociación por el arte y la cultura negra “Santa Efigenia”, que fuera
fundada el 20 de Julio de 1994, cuando Sabino contaba con 35 años de edad.
En sus inicios esta
festividad destacaba por su modestia, por su novedad, por su singularidad.
-
¡Qué! ¿Santa negra? ¡So, carau!
Han transcurrido
veintiún años y las cosas han cambiado
para bien. La fama de su festividad ha crecido, ha escapado de sus fronteras.
De ser una humilde fiesta rural, pasó a ser distrital, provincial e
interprovincial. Ya se enrumba a ser una festividad nacional.
La gente morena de los
confines de la patria se identifican en Santa Efigenia y como deseando contar
con su protección acuden al celestial llamado con la finalidad de gozar de su
presencia cercana, darle gracias, rendirle culto, cantarle, tocarle, bailarle y
pedirle sus bendiciones.
Muchas delegaciones,
enteradas de su extraordinaria singularidad, se han organizado y viajado desde
lejanos confines para ser partícipes activos de su programa festivo desarrollado los días 19 y 20 del mes
en curso.
El espacio urbano de la
ex hacienda “La Quebrada”, destinado para los actos celebratorios ha quedado
corto, demasiado pequeño; lo que obliga
a buscar un campo ferial que sea capaz de albergar tantísima concurrencia.
Algo curioso, los
asistentes a la festividad, en su mayoría han sido visitantes; los del lugar
han sido la minoría.
La serenata fue
fastuosa. Se montó un gigantesco escenario por donde desfilaron una
constelación de artistas ofreciendo lo mejor de su repertorio. La animación fue
del primer nivel.
Los pequeños alumnos de
la academia “Alfredo Valiente” con su director al frente fueron la sensación de
la noche.
En ceremonia especial se
renovó la directiva de la Asociación por el Arte y la cultura “Santa Efigenia”.
Sus ilustres mayordomos fueron presentados, condecorados y juramentados. Ellos
tienen la sagrada misión de continuar haciendo realidades los hermosos sueños
de don Sabino Cañas Angulo; lo que está garantizado; pues, sus honorables
integrantes están plenamente identificados con la responsabilidad encargada.
Como en años anteriores,
el stand “Ñausura” ofreció una variedad de platos que tenían como base a la
exótica carne de tiernos mininos.
Los comerciantes lugareños
y advenedizos hicieron su agosto, su septiembre y su octubre, ofreciendo sus
atenciones a los visitantes, a precios muy razonables.
El día central se coronó
con una extraordinaria procesión negra de “Santa Efigenia”. Fue paseada con
alborozo por las calles del Centro Poblado, al ritmo candente de la música y
baile afro peruano. Los devotos se disputaban el privilegio de cargar sus
andas, de ofrecerle sus cánticos, de tocarle sus sones, de hacerle figuras con
el zapateo y de llegar al delirio con el frenético menear del esqueleto. Mucho
movimiento y escaso arte.
Los devotos de “La
Quebrada”, como anfitriones de la asidua y masiva concurrencia a la fiesta de
su Santa Patrona, tienen que tomar acciones para el futuro, tales como: Aplanar
y regar sus calles, retirar desmontes y restos de construcción, pintar y
adornar sus fachadas, ofrecer SS.HH y recepcionar amablemente a sus invitados. En
síntesis, hacer participar a la población en forma organizada, por grupos, por
comités, con encargos específicos.
Está próximo el tiempo
en que la festividad de Santa Efigenia se haga Universal. Las réplicas de su
efigie deben guardar su identidad, sin alteraciones ni malformaciones.
La obra pictórica
gigantesca de Santa Efigenia debe ocupar un lugar preferencial en su reconstruido
templo; así, avivaría su culto. Oculto no cumple ningún objetivo. Es una joya
que debe llenar de orgullo a sus custodios.
Jamás olvidar a Sabino
Cañas Angulo. Tenerlo siempre en el sitial que le corresponde, no permitir que
seudos pioneros opaquen su gloria.
Cañete tiene el
privilegio. Santa Efigenia está con nosotros.
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