No sólo arrancó aplausos, votos sino buenos comentarios de la crítica de espectáculos y pasó a la gran final de La Banda en el género de ritmos peruanos
Toque a Cañete... Embajadores de la música peruana en la
provincia de Cañete
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Los minutos se hicieron una eternidad para escuchar el fallo.
Llegado el momento el conductor a todo pulmón, gritó: …“Toque a Cañete pasa a
la final de La Banda con el género de Ritmos Peruanos”, estallando una
algarabía en los hogares cañetanos que seguían de cerca el sintonizado programa
de Frecuencia Latina (Canal 2).
Toque a Cañete, no sólo había arrancado con su fina
presentación en la televisión limeña al ritmo de El Mayoral, las opiniones favorables
de un acucioso jurado calificador como de Cecilia Bracamonte, una eximia
cultura de la música peruana o de Maricarmen Marín (ex Agua Bella) sino de otros
connotados artistas que vieron florecer la música peruana.
El talento y la disciplina, la coreografía y la responsabilidad
en la demostración de sus cualidades artísticas en el set, fueron más que
suficientes para alcanzar su objetivo y llegar a la gran final.
Fueron muchas las bandas que pasaron a lo largo de este
programa y horas de ensayo para los colegiales que permitieron superar a sus
más cercanos contrincantes como Majaretas de Ayacucho, Masters del Perú de
Huancayo y Los Ardiles. Éste último conformado por músicos profesionales.
“Son el relevo de la música del Perú”, “son el nuevo espíritu
de lo que necesita nuestro país” y “son unos artistas maravillosos”, fueron
algunos comentarios halagadores que recibieron de la crítica especializada. Si
bien es cierto que ya están en la gran final de La Banda a realizarse este
viernes y luego de darnos una alegría por fiestas patrias, de inmediato
continuaron con los ensayos para consolidar
su objetivo trazado.
Toque a Cañete, es un ejemplo de unidad, hermandad,
compañerismo y sobre todo amor a su provincia, promoviendo nuestra identidad
que lamentablemente las autoridades han dejado en la borda.
No sólo deben recibir un justo y merecido reconocimiento sino
hacerse merecedor de becas de estudios íntegros y ser declarados embajadores de
la música peruana. (Wilfredo Cayllahua).
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